
Se dice que la vocación es endógena, que está genéticamente originada e implica esa capacidad de entusiasmarse, de “sentirse llamado” por aquello que nos apasiona.
Es así, que cuando uno elige el camino vocacional de la medicina, aunque a veces esa atravesía sea muy difícil y sacrificada, sabe que ha elegido una profesión con pasión y excelencia.
Por eso, a los profesionales de la medicina que cada día eligen estar en el lugar que su vocación los hace estar, desde TCba queremos decirles FELICIDADES.