El estudio con imágenes por resonancia magnética puede ser un verdadero desafío para los niños, ya que suelen ponerse nerviosos, sobre todo si se trata de pruebas largas.

Por eso, emplear una comunicación clara es el primer paso para aliviar su estrés.

HABLAR CON LOS NIÑOS SOBRE LA RESONANCIA

Es importante hablarles sobre lo que experimentarán durante la resonancia y responder todas las preguntas que tengan para hacerle. Para ello, hay que elegir el mejor momento.

En líneas generales, para los niños menores de 2 años es más efectivo hablar de camino a la cita, mientras que los mayores de 11 años, la preparación puede realizarse con semanas de anticipación.^[i]

Al dialogar con el niño:

• Utilice palabras simples que pueda comprender.
• Compare la máquina de resonancia magnética con algún objeto con el que estén familiarizados.
• Explíquele que el médico le tomará fotografías con un equipo que usa imanes como los que pegan en la heladera, pero a una escala mucho mayor.

JUEGO DE ESTATUAS

Como una resonancia magnética requiere que el paciente esté inmóvil durante el estudio, desafiar al niño a quedarse quieto como en el “juego de estatuas” puede ser una forma conveniente de practicar y lo ayudará a sentirse más preparado.

En algunos casos, es posible que el médico le recete sedantes para calmarlo; pero si esto no ocurre, es recomendable que lleve un objeto de comodidad, ya sea un peluche o una manta de seguridad (que será previamente escaneada en busca de rastros de metal). Explíquele que usted estará allí a su lado en cada paso.

A QUÉ SE PARECE ESE SONIDO

Es importante resaltar que la resonancia no duele, pero experimentará sonidos de distintos pitidos y golpes. Estos sonidos pueden encontrarse en la web para que los padres puedan ayudar a sus hijos a reconocerlos desde su casa y tratar de asociarlos con elementos que puedan asociar.

Una vez explicado el procedimiento, dele la oportunidad de hacerle preguntas. Si hay alguna respuesta que no conoce, considere llamar a su médico para averiguarlo.

Lo importante es ayudarlo a prepararse mentalmente para atravesar este estudio, calmar su ansiedad y estar disponible para responder todas sus dudas.

Está demostrado que los niños que se preparan para un procedimiento médico con anticipación están menos nerviosos y pueden cooperar plenamente durante el estudio.^[ii]

Fuentes: Sociedad Latinoamericana de Radiología Pediátrica; Radiological Society of North America (RSNA®)

^[i] http://www.uchicagokidshospital.org/specialties/child-life/prep/mri/

^[ii] http://www.uchicagokidshospital.org/specialties/child-life/prep/mri/